AMY
- Laura Rico
- 20 mar 2016
- 2 Min. de lectura
Es frecuente que las tomas aéreas nos ubiquen en un lugar del mundo específico, que quieran señalarnos como se ve el panorama general de él o los personajes, pero en AMY (2015) el documental, te quedas con la sensación de “el mundo nunca quiso ver, lo grande que ella era”.
Desde que inicia, uno se da cuenta que no va a ver el relato de una estrella, sino de una persona común, una chica judía, que en un video casero le canta Happy birthday a una de sus amigas. Con esto también cumple con las expectativas, aquí vas a ver un excelente encuentro de imágenes de archivo, más de 50 videos caseros, que se moldearán en la pantalla teniendo tras de sí voces en off en las que se puede hacer conjeturas o sencillamente observar un poco de la vida de la llamada reina del soul y prepararse porque uno ya se sabe el final.

Este es el segundo gran documental biográfico de Asif Kapadia luego de dirigir Senna (2010), la historia del piloto de fórmula uno Ayrton Senna. Este director, siempre busca mostrar ese lado íntimo, detrás de lo que dicen los medios, la prensa, incluso del contraste entre lo que relatan aquellos que conocieron a la persona y artista, eso acompañado de imágenes contundentes, desgarradores, algunas incluso grotescas.
En AMY uno puede acabar odiando a sus padres, que sabiendo lo que se avecinaba pareció importarles más perder los adinerados contratos que generaba su hija, a sus productores por una y otra vez intentar hacer su música más comercial, a Blake Fielder, su novio y secuas en el consumo de toda clase de alucinógenos y por supuesto a los paparazzi porque, quien podría aguantar salir a cualquier lugar y que tomen fotos de cada paso que das, cada cosa que haces y luego lo pongan en un gran titular o hablen de ello en un programa de televisión, burlándose o juzgando.
Pero también uno se da cuenta de la humanidad desbordante, porque Amy era una persona consiente, normal, tenía amigas que hicieron lo posible para que volviera a ellas, la gente que la quería era sincera y le hacía ver sus fallas. “I told you, I was trouble, You know that I'm no good”, Amy era sin duda autodestructiva, inconforme, de comentarios voraces; aún tengo en mi cabeza esa imagen de fotos nocturnas, sin maquillaje y mostrando la extrema delgadez a la que llegó, sonriendo sin que parezca exactamente de qué.
Su corazón se detuvo, a los 27 años, y no quiero ahondar en ese llamado club de los 27. Creo Amy se convirtió en un ícono de la música en una época en la que esos sonidos eran anécdotas pasadas. Ojalá hubiera tomado sus maletas y se hubiera alejado de todos para hacer lo que quería, pero ya saben al mundo lo mueve el dinero y el amor o el deseo de tener algo aunque ya parezcas tenerlo todo.
_______________________________________________________________________________________________________
Agradecemos a Laura Rico por su aporte a este grupo de amantes del cine.
תגובות